"La proliferación de
'minijobs' destruye puestos de trabajo regulares en Alemania"... , los
empleos esos de media jornada a 400 eurillos, y sin pagar ni cotizaciones ni
impuestos, otra noticia que muestra cómo cada vez Europa avanza más rápidamente
hacia el modelo de la precariedad y la economía de subsistencia sin coberturas
legales, con la desaparición de la clase media y con la concentración de la mayor
parte de la riqueza en la minoría dirigente empresarial de la población que se
aprovecha de la situación de crisis y falta de trabajo para ahorrarse impuestos
y demás contribuciones, que apenas no llega ni al 5%, así como la consiguiente
desaparición del Estado del Bienestar forjado con tanto esfuerzo durante la
segunda mitad del siglo XX por nuestros padres y abuelos con el objetivo de
tener una jubilación y unos servicios sociales dignos garantizados por el
Estado (sanidad y educación). En España, además lo malo es que cada día hay más
paro, cierran más empresas, se hacen mayores recortes sociales, bajan los
salarios, pero al mismo tiempo se incrementa la presión fiscal. ¿Adónde va a
parar el dinero?, pues en primer lugar a lo que la casta política le interesa:
a su propio bienestar, y a alimentar a todo el aparato burocrático y el resto
de las redes clientelares que de ello depende
La proliferación de 'minijobs' destruye
puestos de trabajo regulares en Alemania
17-12-2012
Alemania presume de
tener uno de los mejores índices de desempleo de la Eurozona, y no es para
menos. En 2011, el número de contratados en Alemania superó por primera vez los
41 millones de personas, y las tasas de inactividad laboral se reducen
constantemente desde 2005. Pero esto no ha pasado por azar.
En 2003, el país germano culminó una serie de
reformas sociales, que incluyeron la "flexibilización" del mercado
laboral, que a su vez dio a luz los famosos minijobs.
Estos trabajos reducidos, en los que se puede
ganar un máximo de 400 al mes (450 a partir del próximo
enero), están pensados oficialmente para empleos de baja importancia, para
estudiantes o mujeres que no pretendan hacer del trabajo su principal ocupación,
puesto que no implican cotización ni ningún impuesto. Busca también, claro
está, por otro lado, facilitar a las empresas la contratación flexible en el
segmento de los salarios bajos, y resolver fácilmente los problemas que puedan
generar los picos de trabajo sin burocracia y de manera rápida. La implantación
fue un éxito y ahora hay más de siete millones de contratos de minijob.
¿Flexibilidad o precariedad?
Los minijobs se convertirían sin embargo en un
problema si llegaran a sustituir a los puestos de trabajo convencionales,
especialmente por el hecho que son relaciones laborales libres de impuestos, no
pensados para ser la principal ocupación de los trabajadores. Y precisamente
esto es lo que muestra un estudio del Instituto de Investigaciones sobre el mercado
laboral de Nüremberg (IAB) hecho público la pasada semana. Según este
documento, en algunos sectores el aumento de minijobs está relacionado con una
destrucción de puestos de trabajo convencionales.
Especialmente en la prestación de servicios,
como el comercio o la restauración, y sobre todo en pequeñas empresas, se ha
demostrado que la contratación a través de minijobs supone un retroceso de los
contratos asegurados por la seguridad social. Según el estudio, los contratos con minijobs ocupan
puestos de trabajo antes cubiertos con contratos regulares y ahora se pueden
suplir de forma más barata.
Las ampliaciones de horarios en los comercios,
por ejemplo, o las coberturas de picos de trabajo, se suplen siempre con
minijobs, evitando generar nuevos puestos de trabajo, asegura el informe. Desde
el IAB, además, se alerta de un posible peligro para la caja de la Seguridad
Social, ya que estos trabajadores no están cotizando.
Según el informe, en empresas más grandes la
sustitución es menor, pero se establece una relación de complementación entre
los dos tipos de contratos. Además, según el estudio, casi cinco millones de
personas cuentan con un minijob como principal ocupación.
Otros peligros
Los contratos de mini-trabajo tienen más
peligros. Desde los sindicatos se les reprocha provocar a largo plazo la
pobreza en la tercera edad, ya que las personas ocupadas con este tipo de
contrato no cotizan lo suficiente para tener una pensión de jubilación al cabo
de los años. Los minijobs, además, dificultan la estabilidad laboral y no
cuentan la mayoría de las veces con vacaciones pagadas ni bonificaciones.
En un país sin sueldo mínimo interprofesional
existe también el peligro de que los minijobs descuelguen trabajadores con baja
remuneración de la clase media, aumentando la desigualdad salarial en el país.
Es natural que muchos empresarios vean en los minijobs la manera de ahorrarse
los impuestos que implica un puesto de trabajo regular. Y el hecho de que los
contratos con salarios bajos crecieran tres veces más que cualquier otro tipo
de empleo entre 2005 y 2010 lo confirma.
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