( Se refiere a la dimisión de Pere Tubert, hasta ahora
presidente de MIFAS -Minusválidos Físicos Asociados-).
Pues, yo le diría a Jordi Xargayó (director del DIARI DE GIRONA)
que a decir verdad eso es una buena noticia, la muestra quizás de que entidades
como esa, corruptas que viven a costa de los impuestos de todos, se van
putrefando cada vez más, que ya no se aguantan internamente ni para comandarla.
Creo que el Sr. Jordi Xargayó, no sabe de lo que habla
Os explicaré un poco, con mayor conocimiento de causa, ya
que estuve tres años trabajando allí y ví lo que era el realidad aquello: :
malostratos tanto a los usuarios como a los trabajadores por parte de
directoras (eso no se ventila ni se denuncia por temor a perder el empleo). Trato
arrogante y falto al respeto, tanto por directoras, como por gerentes, que
naturalmente, se supone que su puesto le deben al hasta hora casi
"eterno" presidente. La realidad es que de una entidad que
reivindicaba los derechos de los minusválidos, ha pasado en convertirse en
empresa con 400 trabajadores que ha acabado por convertirse en algo parecido a
una multinacional, y lo que es peor: esperan que se les subvencione en todo
(sólo para beneficiarse los que se lucran de eso). Lo de
"minusválidos" es la excusa para aprovecharse de ese suculento pastel
que forman las subvenciones y las concesiones fáciles.
Para que lo sepáis, en MIFAS no se trata de lo de "o
todos iguales, o ninguno", aquí lo que va es el amiguismo, el favoritismo,
el "si no tienes padrinos, no te bautizas". He visto gente que ni
tienen minusvalía, ni son del país, y además con menos cargas familiares, (y
algunos ni tan siquiera son personas responsables y laboriosas) y esos si han
sido favorecidos y están a nómina de MIFAS, cuando realmente los que necesitan
los empleos son las personas con certificados de discapacidad que más lo
necesitan, con mayores cargas familiares, y además que sean del país. Eso no es
así, y por tanto MIFAS solo es una cosa buena para quienes se benefician de
ello, pero para todo lo demás es una pura farsa.
A decir verdad, MIFAS es una pérdida de tiempo para casi
todos los que creen en ella, y una organización de enchufados. Es tan solo como
una tapadera de "engaña-bobos" que se aprovechan de hacerse las
víctimas, a cuenta de los minusválidos. Nunca he visto que hicieran nada por
luchar contra las barreras arquitectónicas, por ejemplo. Como ya he dicho, de
ser una entidad de minusválidos en lucha por sus reivindicaciones, se ha
convertido en un empresa al más puro estilo capitalista (que además espera que
se le subvencione todo y se le facilite todo por parte de los entes públicos,
alegando que son "para beneficios sociales"), que aunque digan que
son "sin ánimo de lucro", en realidad se están lucrando a costa de
ella los listos que la dirigen y que forman un grupo cerrado al que los que
están afuera no tienen acceso, pues igual nadie tenía el teléfono ni el correo
electrónico del presidente, y quien se quiera poner en contacto con MIFAS,
antes tiene que hacerlo con la "asistente social" de la empresa MIFAS,
con la cual puedes ser atendido de cualquier manera y no de modo personal.
Dicho en otras palabras, que de ser una entidad que luchaba por los
minusválidos, se ha convertido en una entidad que funciona como una mafia, por
no encontrar otra palabra que lo explique mejor. Y lo de los minusválidos, son
la excusa para sigan viviendo de esa farsa.
Dicen que tienen miles de socios, y la verdad es que casi
ninguno que se involucre o participe en nada (salvo los que se benefician de
algo de la entidad). Pensad que los miles de socios es debido a que para
apuntarse a la bolsa de trabajo (a los que les derivan las mismas oficinas de
empleo) es obligatorio hacerse socio de MIFAS. Y de los servicios esos que
tienen, para atender a la gente que se apunta a la bolsa de trabajo, de toda
una jornada, por ejemplo sólo atienden a un par de personas, y la entrevista en
muchos casos no dura ni 20 minutos, ni un cuarto. Yo mismo estuve décadas
apuntado en la bolsa de trabajo de MIFAS (ya que tengo certificado de
minusvalia), y nunca me llamaron para ofrecerme un trabajo, ni tan siquiera en
los años de la bonanza. Esos dirigentes y gestores de MIFAS sólo están para
calentar el sillón, y cuando han tenido problemas de liquidez, la solución
fácil ha sido despedir a la gente contratada, ya que aquí prima el amiguismo,
la persona que es sumisa o lameculos (sea o no sea minusválida, y sea o no sea
de nuestro propio país), y para nada se mira ni se valora la eficacia, los
méritos, el buen trabajo y el buen hacer.
Sus cuentas, aunque se muestran auditadas en las memorias,
en realidad son resúmenes contables, y nadie sabe con claridad (ni socios, ni
público que paga los impuestos) de dónde salen los ingresos y en qué se gastan.
Nadie sabe de los sueldos ni de las primas que allí cobra cada beneficiario (si
se supiera, muchos se escandalizarían), ni en qué se gastan las partidas
presupuestarias (salvo los propios que las gestionan), con lo cual MIFAS es una
entidad completamente cerrada y opaca, donde la transparencia brilla
completamente por su ausencia. Pensad que tienen una sede de lujo, más propia
de una gran empresa, que no la de una modesta entidad que luche por la causa de
los minusválidos, un edificio que no se parece a ninguno de Cáritas, pero si la
lujosa sede de un importante banco en una capital de provincias. ¿De dónde sale
el dinero para financiar todas esas infraestructuras y la gente que vive de
ello?.
Debo de decir que al vicepresidente Albert Carbonell (nuevo
presidente), le escribí hace casi un año alegando los motivos por los que solicitaba de
mi baja de MIFAS, después de unos 30 años de socio, y ni siquiera me respondió
ni me dio una sola explicación sobre la larga lista de las razones por las que
le comuniqué mi baja de socio (y tuve que escribirle a él, porque el
presidente, como ya he expuesto, es inaccesible ya que no tienes ni un número
de teléfono ni un e-mail con el que te puedas comunicar con él, a pesar de que
en su momento se lo pedí a personas muy próximas a él). El nuevo presidente podrá ser un tipo muy amable
y atento, pero con su actitud todo apunta que igualmente está impregnado de la
corrupción en la que se ha convertido la actual MIFAS. Todo un indicador de lo
que es el nuevo presidente de MIFAS, y que quedará por ver cómo la sacará
adelante, cuando entre los minusválidos ni hay ni cuadros preparados, y los
gestores y demás enchufados, son los que viven, se aprovechan y se lucran de
esa farsa, aprovechando y siendo los minusválidos la excusa para sus fines. Y
otro detalle: si el presidente dimite, ¿por qué no se convoca otra asamblea
extraordinaria para elegir nuevo presidente, y con eso le dé más legitimidad). Por
otra parte, los compromisarios de las asambleas son casi la misma gente todos
los años, con los viajes y la comida en restaurante pagados por la misma
entidad MIFAS, y muchos de ellos elegidos "a dedo" por el propio
presidente.
Creo que eso de que gentes vivan de las subvenciones se
tiene que acabar, y más en unos tiempos que millones de familias pasan penurias,
y tienen que buscarse la vida como sea, y sin subvenciones. Los minusválidos
tienen sus propias pensiones (cuantía de las cuales van en función de la
gravedad de la minusvalía reconocida), y si existe un mercado en el cual se
necesitan empresas para atender las necesidades de los minusválidos, la propia
iniciativa privada puede crear las residencias y centros de día, para atender
las necesidades de los usuarios que precisen de esos servicios, con el pago de
sus pensiones, y funcionando como cualquier empresa privada donde para
sobrevivir y sacar beneficios, la competencia, la calidad en el servicio y
buenos precios, es la clave para salir adelante. Pero cuando las entidades se
ponen a gestionar millones de euros procedentes de subvenciones públicas,
inevitablemente acaban por convertirse en entidades corruptas, ya que se
aprovechan del "dinero que es de todos, no es de nadie", tal como una
vez señaló una ex ministra socialista, y esto tiene que acabarse en nuestro
país, y volver a los valores del trabajo, del esfuerzo y de la honestidad, y no
a los de la vagancia, el enchufe y vivir de las subvenciones y del cuento.
Después de todo lo que he visto, personalmente ya no creo en
entidades de minusválidos ni de cualquier otro tipo, y menos si son subvencionadas
con el dinero de los impuestos, que acaban por convertirse en corruptelas. Las
entidades debieran de vivir de las cuotas de sus propios asociados ,y por otra
banda, como cada cual va a su aire, creo que lo mejor es que los problemas se
solucionen a nivel individual o de formar grupos de personas afines. Y esa es
la razón por la que en España existen miles de entidades de minusválidos
diferentes, debido al marcado individualismo que todos tenemos, y que es lógico
que sea así.
LA MARXA DE TUBERT
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la marxa de tubert
08.12.2013 | 06:51
JORDI XARGAYÓ Les Germanetes dels Pobres han enviat una carta als gironins sol·licitant aliments per atendre la creixent demanda dels més desfavorits. Especifiquen a la carta que no reben "subvencions ni ajudes del Govern". Paradoxal en una Catalunya que, probablement, sigui el país del món que concedeix més subvencions per càpita. És clar que la quantitat no té res a veure amb la qualitat. Divendres, Diari de Girona va publicar que Pere Tubert deixa la presidència de Mifas, cansat de l'Ajuntament de Girona i la Generalitat. Mifas continuarà, perquè té una sòlida estructura, però la retirada d'una persona tenaç com Tubert és una pèrdua irrecuperable. Catalunya fa temps que està expulsant de la primera línia les persones combatives i crítiques amb el poder (català). Només queden els submisos. La mala jugada de l'Ajuntament de Girona retirant a Mifas la concessió de les zones blaves per donar-les a una empresa de Madrid ha sigut un cop moral -jo diria que superior a l'econòmic- del qual no s'ha refet. Tubert, que feia uns trenta anys que lluitava per la integració dels minusvàlids a la vida laboral i social, veu ara com tornem als vells temps de la caritat.
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