La noticia parece sacada de un guión de la saga del policía Torrente,
pero ya sabemos que en España la realidad supera a la ficción: El número dos de
la SGAE se gastó 40.000 euros en
prostíbulos invitando a políticos, policías y guardias civiles, con total falta
de vergüenza.
Ya sabemos a qué han destinado estos sinvergüenzas parte del dinero robado a los ciudadanos mediante el canon impuesto a DVDs y discos duros, un impuesto que no se debía haber puesto nunca, ya que lo que hay en internet es de libre disposición para todos.
Ya sabemos a qué han destinado estos sinvergüenzas parte del dinero robado a los ciudadanos mediante el canon impuesto a DVDs y discos duros, un impuesto que no se debía haber puesto nunca, ya que lo que hay en internet es de libre disposición para todos.
Ya se sabe, a más impuestos
más corrupción. E igualmente los típico machotes ibéricos yendo de picos pardos,
y además en este caso aprovechando el dinero de los contribuyentes (que como ya
sabemos, “no es de nadie”, de acuerdo con la acertada e inteligente reflexión de
cierta ministra socialista)
¡HALA, A PASARLO BIEN!, IGUAL COMO TORRENTE Y SU HIJO QUE SE FUERON DE PUTAS:
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"CONSUMICIONES Y ALOJAMIENTO CON CHICAS"
Un exdirectivo cargó a la SGAE los gastos de policías y guardias civiles en prostíbulos
Pedro Farré, ex director del Gabinete de Presidencia de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), abonó con cargo a una tarjeta Visa corporativa los gastos de policías y guardias civiles en varios prostíbulos de lujo de Madrid, según revelan las facturas y recibos incorporados al sumario que instruye el juez Pablo Ruz, a los que ha tenido acceso El Confidencial. La Fiscalía Anticorrupción pidió el pasado mes de diciembre una pena de cuatro años y 10 meses de prisión para Farré por apropiación indebida y falsedad en documento mercantil.
El exdirectivo de la SGAE cargó a las cuentas de la entidad de gestión de derechos de autor casi 40.000 euros en clubes de alterne durante un periodo de siete meses, entre noviembre de 2008 y mayo de 2009. Pero, según se desprende de los recibos incluidos en el sumario, no fue Farré el único que presuntamente disfrutó de ágapes, consumiciones y servicios de prostitutas en tres macroprostíbulos de Madrid. También agasajó a policías nacionales y guardias civiles con los que, al parecer, mantenía habituales relaciones profesionales.
Además de director del Gabinete de Presidencia de la SGAE, Farré era el responsable de la lucha antipiratería en la sociedad de autores, un cargo que le obligaba a reunirse frecuentemente con miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado, en ocasiones fuera de la jornada habitual de trabajo. Farré está imputado en una pieza separada del sumario que instruye Ruz contra la cúpula de la SGAE, al igual que el exdirector financiero de la entidad, Ricardo Azcoaga, a quien el fiscal acusa de un delito de encubrimiento.
La defensa de Azcoaga argumenta que "se consideraba normal que, en el desarrollo de sus funciones, [Farré] realizara invitaciones en comidas o cenas a políticos, detectives, policías y guardias civiles", para lo que disponía de una tarjeta Visa corporativa con un límite de 6.000 euros mensuales. "Lo que no podía en modo alguno suponer el director financiero", añade el abogado, "es que fueran gastos en clubes de alterne". Y precisa que "los nombres de las sociedades a las que estaban girados los cargos no hacían sospechar su relación con establecimientos nocturnos de dudosa moralidad".
Pinche aquí para ver las facturas.Esos establecimientos, en efecto, figuran en el Registro Mercantil con denominaciones que nada hacían sospechar de la verdadera naturaleza de su actividad. Así, las tres sociedades que aparecen de forma recurrente en las facturas y recibos que Farré presentó al cobro en la SGAE para justificar los gastos realizados son ABM, propietaria del club de alterne Private, en Alcalá de Henares; Teleprocesos y Asociados 2001, que regenta el club nocturno Vive Madrid, y Gestión Financiera Armiño, que explota el macroprostíbulo Factory Air.
"Organización encuentros Policía"
Para justificar los 40.000 euros que presuntamente gastó en esos tres clubes de alterne tanto en sí mismo como para agasajar a sus invitados, Farré entregó al departamento de contabilidad de la SGAE recibos en los que hacía constar conceptos como "cena Brigada Policía Nacional", "catering seminarios CNP [Cuerpo Nacional de Policía]", "organización encuentros Policía" o "invitación 15 personas reunión Policía". Los importes iban desde 1.000 hasta 3.000 euros diarios.
El abogado de Farré, Jacobo Teijelo, manifestó ayer a El Confidencial que tras la imputación de aquel se oculta "una operación de descrédito personal" montada con "oscuros propósitos", y aseguró que su cliente "no gastó un solo euro" en su provecho, aunque admitió que habitualmente "agasajaba a policías y guardias civiles" en locales de alterne. "La tarjeta de crédito que le dio la SGAE era para cubrir gastos de representación, y nunca nadie en la SGAE le pidió explicaciones".
La Fiscalía Anticorrupción, que se refiere a los servicios contratados por Farré como "consumiciones y alojamiento con chicas", pide para él cuatro años y 10 meses de prisión. Asimismo, solicita la pena de dos años y seis meses de cárcel para Azcoaga, y obliga a ambos a indemnizar a la SGAE con 39.552 euros, es decir, la cantidad que el antiguo responsable de la lucha antipiratería gastó presuntamente en prostíbulos de lujo.