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miércoles, 23 de enero de 2013

LA POLICÍA TIENE DATOS SOBRE OTRA FORTUNA DE BÁRCENAS EN BERMUDAS








 "La policía tiene datos sobre otra fortuna de Bárcenas en Bermudas. (...) el exsenador compaginó la gerencia del PP con la creación de una compleja red blanqueo de capitales en paraísos fiscales americanos, en particular en las Islas Bermudas, uno de los territorios «no cooperantes» más opacos del planeta.". Pues me parece muy bien que ese señor, como cualquier otro ciudadano, emplee su talento en hacer sus negocios e incremente considerablemente su patrimonio dinerario, y lo deposite especialmente en cuentas de lugares seguros como ahora Suiza o Bermudas amparados por legislaciones de secreto bancario, por citar dos ejemplos. Ahora bien, lo que no encuentro bien es que se confunda hacer negocios con robar a la cosa pública. Hay cientos de maneras de robar a la cosa pública; citaré un ejemplo: creas una fundación de supuesta “utilidad social”, contratas a 200 personas para que trabajen en ella (enchufes donde colocas a tus amiguetes, militantes-clientes del partido, y familia, con la complicidad del gobierno, ayuntamiento, diputación, etc…), y les pagas a un promedio de 2000 euros netos a cada uno, cuando en realidad les facturas a 4500 euros netos cada uno, quedándote con los 2500 euros netos de cada uno para tu bolsillo, con los que parte de esos 2500 euros de cada uno los dedicas para entregar en sobres negros a los miembros de la cúpula del partido gubernamental que te facilita las subvenciones de donde sale todo ese dinero público que va a parar a la fundación que gestionas, o en su defecto al alcalde, concejales, o presidente de diputación, y diputados, etc…, y el resto del dinero te lo quedas para tu bolsillo Hay cientos de tretas para robar de la cosa pública, y con ello hacer dinero fácil y rápido. El riesgo es que alguien se cabree, o meta la pata, y se ventilen esas prácticas, de los cuales luego a la vez hay cientos de formas distintas de embrollarlo y eludirlo, ya que el dinero muchas veces lo compra todo, incluida la complicidad judicial. Por eso el “robo a la cosa pública” se considera una práctica totalmente lógica y normal entre la casta política ya que “el dinero de todos, es el dinero de nadie,…y quien no lo aproveche trinchando, es un tonto”. ¿La manera de evitar esas prácticas?, pues que la instituciones públicas anden siempre escasas de dinero, es decir, que desaparecieran por completo todo tipo de tributos e impuestos: si no hay dinero en la caja pública, no hay dinero para robar, y así se evitan las tentaciones, ya que el dinero público es un agente corruptor de fuerza extraordinaria, sobretodo quien tiene poder de manejarlo con sus manos. Un país cuando más impuestos tiene, cuanto más recauda, cuando más funcionarios y enchufados tiene, cuantos más servicios públicos se mantienen, cuantas más entidades se subvencionan,……acaba por convertirse en el paraíso de la corrupción. No es de extrañar que España sea el mejor ejemplo de esto. Personalmente estoy deseando que "tire de la manta" y ver cuántos y quiénes se beneficiaron de esos sobres, y no sólo por el PP, sino en todos los partidos, y desde todas las instituciones administrativas del Estado que manejan dinero público de los contribuyentes. 


LAPOLICÍA TIENE DATOS SOBRE OTRA FORTUNA DE BÁRCENAS EN BERMUDAS



Otro ejemplo de cómo lucrarse haciendo negocio con los fondos públicos:  http://www.elmundo.es/elmundo/2013/01/23/espana/1358952070.html




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La policía tiene datos sobre otra fortuna de Bárcenas en Bermudas

La trama para blanquear el dinero la montó siendo gerente del PP

MELCHOR SAIZ-PARDO/COLPISA
23 de enero de 2013 05:00
Los 22 millones de euros que Luis Bárcenas llegó a tener en Suiza no es todo su dinero. Quizás es solo la punta del iceberg, porque años antes de llegar a amasar esa fortuna en el país helvético, el exsenador compaginó la gerencia del PP con la creación de una compleja red blanqueo de capitales enparaísos fiscales americanos, en particular en las Islas Bermudas, uno de los territorios «no cooperantes» más opacos del planeta. La Policía tiene ya en su poder los datos sobre el origen de aquella complicada operación para supuestamente ocultar esa otra fortuna b fuera de Europa, pero aún faltan muchas piezas porque las autoridades de ese territorio en el Atlántico se niegan a facilitar información trascendente sobre este o sobre cualquier otro caso de blanqueo.
Los mandos de la Unidad contra la Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) rechazan especular con la cantidad de dinero que Bárcenas ocultó en las islas, pero insisten en que nada tiene que ver con el dinero de Suiza y su posterior desvío a Argentina. La existencia de esta otra supuesta partida millonaria, de la que la Policía tenía sospechas desde 2009, se ha visto confirmada por las informaciones remitidas por Suiza y otros datos recabados por la Udef.
Bárcenas puso la primera piedra para esa gigantesca operación de blanqueo el 9 de junio del 2005, menos de un año y medio después de conseguir el aforamiento al ser designado senador por Cantabria y cuando Mariano Rajoy llevaba casi dos años al frente del PP. Ese día, a través de un testaferro, creó en Panamá City la empresa que iba a ser su pantalla en Suiza -y en las Bermudas-, la fundación Sinequanon, la misma que luego utilizaría para acumular buena parte de su fortuna en el país helvético y para desviar, cuando comenzó a ser investigado por Garzón, parte de ese dinero a la finca limonera en Argentina de su padrino en el PP, el también extesorero Ángel Sanchís.
Los agentes han descubierto que Bárcenas nombró como «primer miembro» de su fundación a una sociedad pantalla denominada Impala Limited. Creada en el 2001, es una turbia empresa radicada en Hamilton, la capital de Bermudas, y vieja conocida de la policía española, que siempre ha chocado con la negativa de las autoridades del archipiélago para indagar sobre ella.
Bárcenas fue todavía más allá en su intento por ocultar su dinero. Días después de crear Sinequanon, el 5 de julio del 2005, esa institución «aprobó» en un consejo ficticio abrir en el Dresdner Bank de Ginebra una cuenta conjunta a nombre de la fundación y de Impala. La cuenta, que se encuentra en la misma entidad en la que se ha hallado el rastro de los 22 millones, se abrió el 22 de julio de aquel año.
Fue en ese momento cuando el entonces senador puso en marcha una gran maquinaria para hacer difícil de rastrear el dinero que se iba a mover a Bermudas. Dio poderes a nada menos que diez personas para usar esa cuenta compartida: una canadiense, cuatro británicos, un ciudadano de Bahamas y cuatro nacionales de las Islas Bermudas. Sobre el papel todos ellos eran directivos de Impala, aunque todo apunta a que no eran más que testaferros. Aquella operación fue dirigida por la gestora del senador en el Dresdner, Aghate Stimoli.
Pero Bárcenas fue más allá. La propia fundación Sinequanon pasó a estar dirigida y representada por un bufete de conveniencia en Ginebra llamado Favona, que pretendía ocultar que realmente el tráfico de capitales con destino a Bermudas estaba siendo dirigido desde otro país off shore, Panamá. Hasta aquí los datos contrastados. Suiza dice que no sabe más de esta fortuna. Y ni las autoridades del país del centroamericano ni las del archipiélago británico han contestado a las comisiones rogatorias expedidas por la Justicia española. Pero la Policía tiene claro que Bárcenas no creó dos sociedades en sendos paraísos americanos para tener todo su dinero en Suiza y que hubo movimientos de millones de euros entre Panamá, Bermudas y la decena de testaferros.

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