La presunción de inocencia es un derecho de todos. Me alegra
de que la Infanta haya salido absuelta, y más por la incertidumbre que
representaba dejar sin madre a los numerosos hijos de los Urgandarín-Borbón.
Esto es señal de que los jueces se han mirado con lupa todas las alegaciones y
recursos, con mucha atención y prudencia, supongo. Naturalmente soy partidario
de que se vaya a fondo en el asunto, se devuelva el dinero robado, y se depuren
responsabilidades. De ser yo Urdangarín hubiera dicho desde el principio: “yo
soy el responsable de todo, y ella sólo estaba de acompañante,..¡no la metáis
en algo que no tiene nada que ver!”,…y si hay condena, con condenar a uno solo
hay más que suficiente.
La cosa contrasta con las millones de sentencias injustas,
de jueces que ni se leen los expedientes (algunos muy gruesos y abultados, con
la pereza y el aburrimiento que provocan leerlos y estudiarlos), ni aceptan
pruebas de las partes que se defienden cuando las tienen y las encuentran,
entre muchas otras chapuzas judiciales que se pasan por el forro. Y es porque
son simples enchufados corporativistas y cómplices entre sí que nadie puede
controlar, y se acomodan al sillón del tribunal, con una nómina y unas
prebendas pagadas por los contribuyentes que ya quisieran cualquier ciudadano.
La gandulería de la inmensa mayoría de los jueces es de santa madre, y todos
sabemos que la lentitud de la justicia es más lenta que una tortuga con reuma. Y
como acaban por corromperse en el cargo vitalicio, una buena parte de ellos son
una casta fácil de sobornar, comprar y vender al mejor postor. Si al menos los
jueces se eligieran temporalmente en medio de unas elecciones libres, con las que
rendir cuentas de sus gestiones judiciales ante los ciudadanos cada determinado
período de tiempo, seguro que ofrecerían mejor y un servicio de “mayor
justicia”. Y aunque teóricamente y técnicamente se supone que la “ley es igual
para todos”, en realidad no lo es. Cristina de Borbón es hija del Rey de
España, con lo cual es un personaje muy importante, muy bien bautizada, y con
todas las influencias positivas a su favor que ello supone, y defendida por uno
de los mejores, más caros e influyentes abogados del país: Miquel Roca i
Junyent, con lo cual su caso se ha
podido llevar con toda la excelencia y celeridad disponibles, buscando
apelaciones por todas las leyes, sentencias o doctrinas jurídicas disponibles
de todas partes e incluso de todas épocas y países con los que encontrar
argumentos en su defensa, que no han podido estar al alcance de la hija de
cualquier vecino. Pues ya se sabe, como dice el proverbio: “Quien tiene
padrinos, se bautiza”. Claro, que igualmente como la judicatura no es una
ciencia exacta y en caso de duda hay que optar siempre por la inocencia,
también influye salvar el prestigio de la marca “España”, con la parte que
también representa el ser una infanta de España. Y naturalmente nadie somos
iguales ante la justicia, porque a según qué personaje lo tratan con
consideración y respeto, y a otros los tratan como a terroristas sin siquiera
que ello esté probado. Una lección más que hemos tenido que aprender, y
mientras tanto todo sigue como la maldición de la gitana: “tengas muchos pleitos
y los ganes”, para alegría y negocio de abogados, fiscales y jueces, que viven
del injusto y cachondo cuento de “la justicia”, y morbo con el que alimentar el
circo mediático del que disfruta la plebe aborregada.
LA AUDIENCIA ANULA LA IMPUTACIÓN DE LA INFANTA PERO APUNTA QUE PUDO COMETER DELITO FISCAL
DE LOS TRES MAGISTRADOS,
UNO SE HA PRONUNCIADO EN CONTRA DE LA DECISIÓN
La Audiencia anula la imputación de la Infanta pero apunta
que pudo cometer delito fiscal
La
infanta Cristina en una imagen de archivo (Efe).
La Audiencia Provincial de Palma ha anulado la imputación de la
infanta Cristina de
Borbón en el caso
Nóos, pero deja la puerta abierta a la posibilidad de imputarla en el
futuro por un delito fiscal o de blanqueo de capitales, a la espera de que
Hacienda remita al juez instructor, José
Castro, la información que éste ha solicitado.
De esta forma, la Audiencia ha aceptado en parte los recursos
presentados en contra de la imputación por la Fiscalía Anticorrupción, la
Abogacía del Estado, la propia hija del Rey, Iñaki
Urdangarin y el secretario
personal de las Infantas, Carlos
García Revenga. De los tres magistrados que han emitido el fallo, uno de
ellos, Juan Jiménez, se ha
pronunciado a favor de
mantener la imputación.
En su auto exculpatorio, la Audiencia argumenta que "no hay indicios
vehementes" de
que la Infanta "conociera, se concertase, ni participase activa
u omisivamente en el presunto plan criminal urdido por su marido y por su
socio Diego Torres, tendente a cometer un fraude a la Administración con
ocasión de los contratos de colaboración a que se contrae la presente
causa, ni a través de ellos a apropiarse ilícitamente de fondos públicos".
Los magistrados admiten que la infanta Cristina "era
conocedora y sabía que el Instituto Nóos suscribía contratos con las
Administraciones Públicas, beneficiándose de ello con ingresos por
patrocinio y por subvenciones", pero añaden a renglón seguido que "no
hay indicios fundados" de que la hija de don
Juan Carlos"albergase o llegase a alcanzar la creencia de que
dichos contratos pudieran
ser considerados delictivos y
que su suscripción generase un peligro de malversación".
Sin embargo, la Audiencia de Palma advierte que "no se puede
descartar en este momento la comisión del delito contra la Hacienda pública,
y tal vez, posiblemente, de un delito de blanqueo de capitales, y que en tales
ilícitos hubiera podido participar la Infanta". La abogada del sindicato
Manos Limpias, Virginia López
Negrete, que ejerce la acusación popular, reclamó desde el inicio del
procedimiento la imputación de un delito fiscal a la Infanta, y por ello pidió
recientemente al juez Castro que solicitara a Hacienda sus 10 últimas
declaraciones de la renta.
Imputación frustrada
El juez imputó el pasado 3 de abril a la hija menor del monarca
al considerar que "prestó su consentimiento a que su parentesco con
el Rey fuera utilizado por su marido", Iñaki Urdangarin,
"a sabiendas" de que éste se sirvió de ese vínculo familiar para
obtener "un trato generoso" por parte de administraciones
públicas y empresas privadas, "disfrutando junto con su marido de los
beneficios obtenidos".
Castro argumentó que tanto la Infanta como su secretario
personal, García Revenga, fueron incluidos en la junta directiva del
Instituto Nóos "no en atención a sus capacidades", sino "con la
pretensión de aparentar ante empresas privadas e instituciones públicas que
todas las operaciones" realizadas por esa supuesta entidad sin ánimo de
lucro "eran conocidas y gozaban
del respaldo de la casa del Rey".
El juez imputó a la Infanta un presunto delito de cooperación
necesaria, pero advertía en su auto que también
podría ser cómplice de los
delitos supuestamente cometidos por su marido. El instructor del caso
Nóos hacía mención expresa del artículo 29 del Código Penal, que
señala que "son cómplices los que, no hallándose comprendidos en el
artículo anterior, cooperan a la ejecución del hecho con actos anteriores o
simultáneos".
Dos días más tarde, sin embargo, Castro suspendió la declaración
de la Infanta, inicialmente prevista para el pasado 27 de abril, tras conocer
que el fiscal impugnaría el auto de imputación. Según el fiscal
anticorrupción de Baleares, Pedro Horrach, los indicios de
cooperación o complicidad que apuntaba el juez son meras "sospechas
personales" o
circunstancias "inocuas", "inconsistentes",
"equívocas" o "especulativas".
De forma sorprendente, y tras el silencio de las primeras horas, la Casa del Rey expresó su "sorpresa" por el "cambio de
posición" del juez Castro,
y manifestó también su "absoluta conformidad" con la decisión de
la Fiscalía de recurrir el auto. Aunque La Zarzuela dejó claro "el
máximo respeto" por las decisiones judiciales, un portavoz oficial lamentó
"el cambio de posición expresado por el juez en su resolución, frente a la
mantenida en el auto de 5 de marzo de 2012, confirmado posteriormente por la
Audiencia Provincial de Palma de Mallorca".
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