Muy interesante este artículo, que invita
a la reflexión. Es el tema que me hubiera gustado que discutieran en el
parlamento cuando lo del debate sobre el estado de la nación de hace pocos
días. Breve y muy bien expuesto artículo que deberían de leer todo diputado,
senador, alcalde, presidente de gobierno (o de comunidad), sindicatos,
patronales, entidades sociales, etc..., y luego que cada uno opine libremente
para por lo menos se les pueda ver más claro el plumero, y no soportar esa hipocresía de estar callados ante tan gravísimo
tema.
Cuando la mitad de los españoles están en
la pobreza crónica (y cada vez mayor) y no andamos sobrados de recursos ni de
trabajo, ¿estamos haciendo lo correcto dejando entrar a toda esta gente?.
Y a lo sumo nos arriesgamos que
nuestro país se llene de fanáticos y de burkas por todo el paisaje urbano (cada
día más lleno, y en algunos lugares, ya ni siquiera parece un pueblo o ciudad
española). ¿Es eso lo que queremos para España?. Tu turno de palabra...
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INMIGRACIÓN Y MULTICULTURALISMO
PUBLICADO
27 FEBRERO, 2015
Si atraviesas ilegalmente la frontera de Corea del Norte, te caen 12 años de trabajos forzados.
Si atraviesas ilegalmente la frontera de Irán, te detienen por tiempo indefinido.
Si atraviesas ilegalmente la frontera de Afganistán, te disparan a matar.
Si atraviesas ilegalmente la frontera de Arabia Saudí, te meten en la cárcel.
Si atraviesas ilegalmente la frontera de China, es posible que jamás se vuelva a saber nada de ti.
Si atraviesas ilegalmente la frontera de Venezuela, te acusarán de espía y tu futuro se habrá acabado.
Si atraviesas ilegalmente la frontera de Cuba, sufrirás cadena perpetua como preso político.
Pero… SI ATRAVIESAS ILEGALMENTE LA FRONTERA DE ESPAÑA, consigues:
– Un certificado de empadronamiento.
– Un trabajo y, en su caso, un subsidio de paro.
– Una tarjeta de la Seguridad Social.
– Un colegio gratuito para tus hijos.
– Un montón de políticos, instituciones y medios de comunicación que te protegerán, incluso más que a los españoles.
– El derecho a enarbolar la bandera de tu país cuando te manifiestes para protestar porque no se te respeta suficientemente.
– El derecho a utilizar los símbolos y normas de tu religión, mientras atacas a los utilizados por la mayoría de los españoles.
– El derecho a delinquir reiteradamente sin que te encarcelen ni te expulsen de España.
– Y, en determinados casos, ¡el derecho a votar!
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