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viernes, 11 de diciembre de 2015

UNO DE LOS MAYORES EXPERTOS EN INTEGRACIÓN DE REFUGIADOS CUENTA SU EXPERIENCIA


Otra estupidez más propia de los mundos de yuppie. Se nota que la autora del artículo es una joven inexperta que sólo sabe escribir chorradas.

Vamos a ver: si esto fuera aquí en España, hay que observar que su iniciativa emprendedora es subvencionada totalmente por el gobierno, y tal como está el panorama con tanta crisis económica, tanto desempleo y tan difícil como se ha puesto la carestía de la vida, no todos los ciudadanos están de acuerdo con que se subvencionen esas cosas con sus impuestos. Y además a todos los ciudadanos que no estén de acuerdo con integrar o acoger inmigrantes ( que pueden ser de cualquier cosa, siendo su inmensa mayoría moros), se les llaman esta fea y mal interpretada palabra de "racistas" o "ultraderecha", cuando en realidad se muestran patriotas que no desean que se pierda la identidad del propio país.


¿Cómo puede demostrarse que acoger e integrar inmigrantes es una gran oportunidad económica y social (dejando aparte el tema de lo mucho que se reproducen y multiplican), y no un problema como se pretende, si tenemos más de un 50% de paro juvenil entre los menores de 30 años, y con ello cientos de miles de "ni-nis" que ni estudian ni trabajan?. Aparte tenemos más de 30.000 españoles durmiendo al raso por falta de vivienda, y otros cientos de miles que han padecido desahucios desde el inicio de la crisis.


¿No seria lo más sensato, lo más integrador, lo más solidario, lo "menos racista",...integrar, ayudar, dar clases de valores del trabajo bien hecho, de resolver conflictos, etc...., primero a los miles de españoles que duermen al raso o los jóvenes que no tienen trabajo, sin dejar aparte los de cualquier edad?. No sería nada equivocado poder decir que la hipocresía está servida.


Los problemas ya los tenemos de nuestro propio país, como para preocuparnos en arreglar vidas de migrantes "multiculturales" que igual vienen con dudosos valores y propósitos que sólo conllevan mayores incompatibilidades, desavenencias y conflictos, que no hacen posible ni la integración ni la convivencia, y que encima todo eso se tenga que pagar con el dinero de todos los españoles. Aparte de que igual indirectamente contribuyen a quitarnos el trabajo a los españoles, son causa de que cada día bajen más los salarios, y sólo benefician a empresarios codiciosos a los que les favorece mucho que exista un gran excedente de desempleados dispuestos a aceptar trabajos precarios con sueldos muy bajos. Y lo malo es que si no estás en la línea de lo "políticamente correcto" (que desde luego es completamente incorrecto) de no consentir que metan a los inmigrantes en tu país, te calificarán de "racista", "xenófobo" o "ultraderechista", feas palabras que en este caso no tienen ningún sentido, y que en todo caso más bien significa "patriotismo", palabra que olvidan de pronunciar y cuyo significado deriva de "tierra de los padres". Y es que en el fondo para todos aquellos que desean una sociedad multicultural (con toda la decadencia y pérdida de identidad que ello supone), la palabra y los valores del "patriotismo" ha de estar desechada y olvidada en el viejo baúl de los recuerdos. En fín, la nueva construcción de la Europa de la "Torre de Babel", que conlleva a la confusión, la dispersión, la decadencia, y la completa pérdida de la identidad nacional para sustituirla por un extraño, incierto y en muchos casos hasta peligroso experimento que llaman "multiculturalidad".




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Alemania es una meca para los miles de refugiados que cada día huyen del hambre y la guerra. Tan solo este último año, el país gobernado por Merkel ha acogido a un millón de exiliados; familias enteras, niños solos, hombres y mujeres provenientes sobre todo de Siria, Afganistán, Irak y Albania. No obstante, no todos los alemanes son solidarios; en el sureste del país, en Bavaria, un estado bastante conservador, liderado por Horst Seehofer insiste en la necesidad de poner, como él mismo declaró, "el tapón a la botella". Y todo ello alimentado por las manifestaciones racistas de grupos de ultraderecha que traen a la memoria de los germanos imágenes de un pasado vergonzoso.
En Múnich, en el corazón de Baviera, Michael Stenger, emprendedor de Ashoka, creó hace ya más de diez años SchlaU-Schule, una escuela que recibe e instruye a más de un centenar de jóvenes refugiados de entre 16 y 25 años cuyo deseo y objetivo es que se integren en la sociedad alemana. “No nos limitamos a prepararlos para pasar el examen de acceso a los estudios escolares, sino que lo primero y fundamental es enseñarles las bases de nuestra sociedad: el respeto por uno mismo y por los valores de Alemania, la igualdad de género, la resolución de conflictos, el no ser racistas… Lo que queremos es que sean independientes y buenos ciudadanos. No basta, como dicen algunos, con que aprendan alemán para tener trabajo”, explica Michael.
El currículo incluye clases sobre igualdad de género y resolución de conflictos, y da a conocer a los chicos los valores de la sociedad alemana
Los resultados académicos conseguidos por los alumnos de Stenger son espectaculares:en solo 2 años se preparan para acceder a la educación secundaria. Y además, el 80% de ellos con nota: “La mayoría de nuestros alumnos acaba consiguiendo un trabajo y eso quiere decir que pagan sus impuestos y no necesitan ninguna ayuda social”, afirman Stenger.
Esta escuela pionera prepara también a sus estudiantes para mantener conversaciones en alemán y les enseña asignaturas del currículo nacional; pero su singularidad radica en que les ofrece también apoyo psicológico y legal, y una vez finalizados sus estudios les ayuda a aprender un oficio y a incorporarse al mundo laboral. “Contra la creencia popular, los jóvenes asilados ocupan puestos de trabajo que no quieren los alemanes; por ejemplo, nadie quiere dedicarse al cuidado de otros”.
La idea de crear SchlaU-Schule surgió por necesidad y rebelión contra el sistema: hace diez años, la legislación alemana todavía contemplaba a losjóvenes exiliados como adultos, negándoles el derecho a la educación. Así que Michael Stenger pensó que debía hacer algo al respecto y creó un lugar que fuese mucho más que un colegio, un puente para que los recién llegados no quedasen a merced de la criminalidad y las bandas. Ahora, algunos años después, los jóvenes de 16 a 18 años son contemplados como niños, e independientemente de su origen, tienen los mismos derechos que cualquier alemán. La función de SchlaU-Schola ha mutado también, ya no necesitan crear escuelas, sino expandir sus conocimientos sobre educar para la integración.
Alemania debería ver la llegada de refugiados como una oportunidad y no como un problema, tanto económica como socialmente

Un contexto complicado

Con las nuevas oleadas migratorias y el miedo y el prejuicio creciente, la situación vuelve a complicarse. El gobierno alemán está deportando a su país a los exiliados afganos y muchos estudiantes de la escuela están inquietos. “Los envían de vuelta a Afganistán con la excusa de que deben ayudar a la reconstrucción y es una completa locura”, asegura.
Michael Stenger no está de acuerdo con la ayuda que está brindado su país a los refugiados. Cree que siendo uno de los países más ricos del mundo, Alemania debería tomar una mayor conciencia del problema, que puede acabar en catástrofe con ejemplos racistas como los vividos en Hungría o Eslovaquia, donde el propio gobierno es el primer evangelizador del odio. “Tenemos una obligación histórica porque hace cincuenta años muchos alemanes fueron acogidos en otros países como refugiados políticos. Debemos cambiar la forma de abordar el asunto, para Alemania la llegada de nuevos ciudadanoses una oportunidad, un 'win-win' económico y social".
Y a su manera, lo ha conseguido. Gracias a una actividad política frenética, siempre peleando por los derechos de los exiliados, Stenger ha logrado que la administración pública asuma gran parte de la financiación de SchlaU-Schule, porque “es responsabilidad del Estado cuidar a sus ciudadanos y derribar muros”, concluye este emprendedor alemán.



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#1
Veo que nadie ha comentado nada todavía sobre este tema. Entiendo el cansancio de nuestra sociedad acerca de este tema. Tenemos ya bastantes problemas en casa, las elecciones, el fanatismos de los radicales, etc.
Voy a romper una lanza sobre esto, acabo de ver en 'CBS news' al propio Justin Trudeau repartiendo provisiones y saludando a los refugiados que acababan de llegar.
Animando a los voluntarios, diciéndoles que la forma en que les acogieran a su llegada sería muy importante para su estado emocional. Qué tipo este Justin, cuanto tienen que aprender otros políticos de sus formas, exquisita a mi entender. Claro, es algo que tiene que ver con su presencia (no me refiero a lo físico), es un don interior. Este hombre dará mucho que hablar, para bien...
En cuanto a que Canadá puede permitirse este acogimiento, sólo mujeres y niños primero, los hombres han de esperar...
Es un país próspero aunque también con cierta crisis.
Alemania 'debe tragar' con los que tiene, porque necesitan purificarse esas generaciones de alemanes, después de lo ocurrido con los judíos. Todavía queda racismo, esto les ayudará a ser más tolerantes.
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#2
EN RESPUESTA A PERFECCIONISTA688211

Porque los alemanes tienen que purificarse de algo que no han cometido, no son los unicos con las manos manchadas de sangre (si cabria la frase), cosa distinta es que les han hecho creer que la culpa se transmite por generaciones, los estadounidenses no tiene ningun remordimiento por el genocidio que llevaron a cabo con los pueblo indigenas (tener un politica que deliberadamente tenia por objeto una limpieza etnica, y los pocos que vivian se los encerraba en reservas),  o los ingleses por el trafico de esclavos y las atrocidades cometidas en la India, o la guerra del opio (ahi nace el HSBC), o los franceses en vietnam, argelia y el africa, los arabes musulmanes que traficaron con mas esclavos que los europeos, y las atrocidades cometidas en la india, no tienen ningun remordimiento por lo hecho, o es que de forma hipocrita nadie dice nada de eso que es muy distinto. Entonces si de culpa se tratara todos tienen las manos manchadas de sangre, los alemanes han sido acomplejados por la segunda guerra mundial y es terrible los que les espera.







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