El impacto de la nueva era de automatización en el empleo:
"Según el informe The future of employment, realizado por los profesores
de la Universidad de Oxford Carl Benedikt Frey y Michael A. Osborne, el 47 por
ciento del empleo total está en situación de alto riesgo, ya que muchas de sus
ocupaciones son susceptibles de ser automatizadas en una o dos décadas".
Bueno, la otra cara es que
los países más robotizados que son los que disponen de tecnologías punteras
propas, siendo Japón el que más, son también los que tienen menores níveles de
desempleo.
Por otra parte, eso no sería
nada de extrañar: en España, en los últimos años de la época de Francisco
Franco el promedio de vida de las empresas eran de 35 años. Los últimos datos
de los que tengo conocimiento (que son de hace 5 años), dan 12,5 años de vida
de promedio, cosa que en la actualidad, con el agravamiento de la crisis, el
promedio será de un tiempo menor.
Con eso, la eliminación de
las trabas burocráticas, las normativas, y los impuestos, son más necesarios
que nunca para que se puedan crear nuevas empresas, aplicando el sentido común,
y que sea el mercado las que las posicione, en base a la calidad y los precios
competitivos que puedan ofrecer dichas empresas, o bien que las haga caer por
ser empresas que no aportan nada de positivo a la sociedad. Lo que supone,
también, una vuelta al sentido común,……o pronto nuestro país se quedará sin
empresas, y sólo quedarán los monopolios de la oligarquía, cosa que dará lugar
a una minoría riquísima, y una gran masa de población en estado de crónica
pobreza. De modo que, o la clase política despierta y reacciona, o nos vamos a
tomar todos por el culo.
"SOBRAN SERES HUMANOS": POR QUÉ VA A DESAPARECER EL 47% DE LOS PUESTOS DE TRABAJO
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EL FUTURO DEL EMPLEO, SEGÚN OXFORD
"Sobran seres humanos": por qué va a desaparecer el 47% de los puestos de trabajo
No hace tanto tiempo, la idea de un mundo en el que las tareas más arduas fueran realizadas por robots, lo que permitiría al ser humano dedicarse a labores creativas que le autorrealizasen, fue vista como utopía liberadora, una suerte de cielo en la tierra que nos conduciría a otra etapa como especie. Pero ese futuro brillante, lleno de máquinas que nos descargarían de los trabajos mecánicos, también trajo consigo un buen número de amenazas que la cultura se encargó poderosamente de reflejar en obras que fueron desde2001, una odisea del espacio hasta Matrix. Los robots, la inteligencia artificial y los programas informáticos que aprendían por sí mismos fueron percibidos como paraíso o como apocalipsis.
Hoy reviven esas mismas esperanzas y otros mismos miedos ante la posibilidad de que las máquinas vuelvan al centro del progreso. La llegada del big data está afectando sustancialmente a los procesos laborales y está transformando el modo en que entendemos el mundo, al igual que lo hace la implantación de un cada vez mayor número de robots en las fábricas. La posibilidad de producir exclusivamente a través de máquinas parece estar a la vuelta de la esquina, afirman los expertos, y aunque no fuera así, los cambios que ya han generado la mecanización y tecnificación acelerada de los procesos de producción está siendo de tal magnitud que hará que en el futuro cercano se destruya gran cantidad de puestos de trabajo.
Sin embargo, esa visión parece ser demasiado optimista. Según el informeThe future of employment, realizado por los profesores de la Universidad de Oxford Carl Benedikt Frey y Michael A. Osborne, el 47 por ciento del empleo total está en situación de alto riesgo, “ya que muchas de sus ocupaciones son susceptibles de ser automatizadas en una o dos décadas”. En una primera fase, la mayoría de los trabajadores del sector del transporte y de la logística, así como los administrativos y, en general, todos los relacionados con la oficina, y los vinculados a los procesos de fabricación y producción, “son susceptibles de ser sustituidos por el capital informático”.
Cajeros, asesores fiscales y arquitectos, fuera
Lo que no esperábamos es que, como señala el informe, una parte importante del empleo en servicios, ventas y ocupaciones de la construcción también cuente con una elevada probabilidad de ser informatizado. El mercado de robots de servicios personales y domésticos ya está creciendo un 20 por ciento anual (2013) y en la medida en que se vayan mejorando las prestaciones de los ingenios mecánicos, disminuirá la ventaja comparativa del trabajo humano. En segundo lugar, aun cuando la actividad comercial requiera de un grado evidente de presencia personal y de inteligencia social, algunas de sus áreas, como los cajeros, los empleados de mostrador y los teleoperadores de marketing verán cómo el número de sus puestos de trabajo desciende sensiblemente. En tercer lugar, la prefabricación transformará las obras de construcción, lo que terminará por reducir sustancialmente la mano de obra empleada.
El sector profesional de alto valor añadidotampoco se libra de estos procesos y está sufriendo sensiblemente los embates de la informatización. Incluso sectores en teoría poco susceptibles de ser reemplazados por máquinas, como los diseñadores de chips de ordenador, los asesores fiscales o los arquitectos están viéndose afectados por los programas de software.
Las negras consecuencias de los avances tecnológicos
Hay áreas en las que el peso de los sistemas informáticos está creciendo, como es la jurídica, en la que los programas están sistematizando y procesando grandes cantidades de información de forma que hacenprescindibles a buena parte de sus profesionales medios. Estas nuevas formas de automatización han renovado el debate sobre las consecuencias económicas de los avances tecnológicos. David H. Autor, profesor de economía en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, aseguraba al New York Times que esta tendencia está provocando que se pierdan muchos puestos de trabajo en la parte media de la pirámide económica, y que el crecimiento del empleo en la parte superior esté desacelerándose.
cómo se automatiza su trabajo, y con bastante éxito” señala Lord David Finkelstein, Editor Ejecutivo del diario The Times, toda vez que tareas en las que entendíamos que se necesitaba inteligencia humana, como era la calificación de exámenes escritos, es posible ya realizarla, “y bastante bien”, a través de ordenadores.
Las predicciones, pues, son mucho más negativas de lo que creemos. "Los abogados, profesores o periodistas verán
Y dado que el grado de eficacia en la tarea va a ser similar y que las máquinas son más baratas que el trabajo humano, es claro que “se van a necesitar menos personas en el proceso productivo”. Una situación que puede intentar paliarse en las sociedades occidentales a través de nuevas políticas redistributivas, y en ese sentido van algunas de las propuestas que se están debatiendo en Gran Bretaña estos días, como la reducir impuestos a aquellas empresas que suban el sueldo a los asalariados peor retribuidos. Pero todo tiene sus límites, afirma Finkelstein, no solamente porque la aplicación de ese tipo de políticas puede generar problemas, sino porque no termina de solucionar un problema de fondo complejo y profundo.
La respuesta más popular
Dado que las políticas fiscales, tanto en lo que se refiere al aumento de la presión como a su rebaja, no son la panacea y que la tendencia a la reducción de puestos de trabajo parece imparable, nos encontramos ante una encrucijada a la que debemos dar respuesta urgente. La más habitual y la más popular es la que señala la necesidad de que nos formemos (y formemos a nuestros hijos) en matemáticas y ciencias, de modo que seamos nosotros los que mandemos sobre las máquinas y no al revés. Pero esta solución tiene mucho de ficticio porque en un entorno de destrucción de empleo poseer un mejor currículo puede ser individualmente útil, pero deja el problema intacto: aun cuando cuenten con mejores armas, mantiene al mismo número de luchadores en la arena compitiendo por los mismos premios.
El empleo en los años próximos va a ser un asunto central, como lo será el manejo de las tensiones sociales que causará el descenso de número de puestos de trabajo. Sin embargo, el asunto parece pasar desapercibido, preocupados como estamos de generar políticas que aseguren la devolución de intereses de deuda y no de generación de puestos de trabajo. El problema sigue ahí: harán falta menos seres humanos…