Está claro que cuando se destina dinero público ( dinero de
los contribuyentes ) para estimular inversiones en plan creación de empleo,
muchas veces es como tirar el dinero al sumidero. De esta manera nadie tiene
claro para qué fines va, salvo que los listos que manejan esos presupuestos,
que entre ellos y sus amiguetes, se aprovechan de ello para forrarse.
En realidad, las inversiones para estimular el empleo, sólo
pueden venir de la iniciativa privada, que es la que tiene claro lo que quiere
y para qué fines lo destina. Pero para que eso sea posible, el Estado tiene que
hacer todo lo posible por mantenerse al margen y quitar los impuestos, que son
las dos cosas principales que asustan a los capitales y hacen que en vez de
arriesgarse a invertir, se fugen a otros lugares más seguros, o que se muevan
“en negro”, puesto que no les queda otro remedio.
La broma nos va a salir cara a los contribuyentes, y encima
ahora se ha demostrado que apenas no sirvió para crear empleo, salvo para que
se aprovecharan funcionarios y amiguetes políticos. No hemos aprendido. Ahora
Rajoy con el plan de rehabilitación de fachadas para estimular la construcción,
tropezará con el mismo tipo de piedra, pues la construcción sólo se puede
reanimar si se eliminan las carísimas normativas y exigencias vigentes,
absurdas y en muchos casos inútiles, y se deja que la gente rehabilite y
reforme a su gusto particular, en un mercado totalmente liberalizado donde los
inversores puedan elegir a quien ofrezca mejor relación precio-calidad. Y aunque
el gobierno dé una pequeña subvención para animar a los inversores, igualmente
en esas condiciones sale carísimo, y para el particular resulta como tirar el
dinero. Naturalmente sólo los tontos se meterán con ello, a coste muy alto. Lo
digo como experto en temas de construcción
Considerando eso, ahora los resultados estudiados por el
Tribunal de Cuentas, llegan a la conclusión de que las
obras del primer Plan E de Zapatero (gasto de 8.000 millones de €) no eran
"necesarias" para los municipios donde se ejecutaron. Y eso sin contar que todavía faltan los
estudios de las remesas del segundo “Plan Zapatero”
Esos despilfarros del dinero de nuestros impuestos (y muchísimos otros más), nos irán bien para recordarlo ahora que ya estamos en mayo y nos toca presentar ante Hacienda el IRPF del 2012: este plan ha sido uno de los derroches más absurdos e inútiles de dinero público en la historia reciente de España, pero aquí no pasa nada, y los políticos de uno y otro bando nos siguen friendo a impuestos... ¿Qué no tienen bastante?,….pues más subidas de IVA’s, de precios, creando otros nuevos impuestos, y seguir recortando de todos los lados de los anteriores derechos públicos. Y la ruina sigue y sigue….
EL 70% DE LAS OBRAS DEL PRIMER PLAN E DE ZAPATERO NO ERAN "NECESARIAS" PARA LOS MUNICIPIOS
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EL TRIBUNAL DE CUENTAS
FISCALIZA LOS 8.000 MILLONES QUE COSTÓ
El 70% de las obras del primer Plan E de Zapatero no eran
"necesarias" para los municipios
Foto:
http://commons.wikimedia.org/
Daniel Forcada01/05/2013 (06:00)
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Casi tres de cada cuatro obras y proyectos ejecutados en el
marco del primer ‘Plan E’ de Zapatero,
en el año 2009, no acreditaron ser inversiones “de necesidad pública” para
los municipios en los que se realizaron. Así
lo ha constatado la fiscalización llevada a cabo por el Tribunal de Cuentas del
Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL) y que concluye que el 70% de los
proyectos financiados incumplió con lo que era un requisito básico para la
adjudicación de los fondos invertidos. En total, 8.000 millones de euros que
suponían el 0,8% del PIB de España en el año 2009.
El estudio elaborado por el Tribunal de Cuentas se desarrolla sobre una muestra de1.270
proyectos llevados a cabo en 700 ayuntamientos y mancomunidades y pone en entredicho dos de las
principales bases sobre las que se articuló ese primer plan de estímulo de la
economía con el que se intentó atajar los efectos del pinchazo de la burbuja
inmobiliaria: el fondo no
sirvió para crear empleo estable a largo plazo (solo el 4% de los trabajadores
contratados seguían trabajando en la empresa a finales de 2011) ni desarrolló
obras consideradas de necesidad básica para los municipios que, en su mayoría,
aprovecharon el ‘Plan E’ para desarrollar obras ya previstas con anterioridad y
no ejecutadas por falta de fondos.
Así, y según las conclusiones del Tribunal de Cuentas, solo el 26% de las entidades
analizadas (179 municipios) manifestó haber establecido las necesidades
públicas de la localidad como criterio para
seleccionar los proyectos que se presentaron después al Ministerio de
Administraciones Públicas para su aprobación. El órgano fiscalizador destaca,
en este sentido, que si bien la mayoría de los corporaciones manifestó su
intención de satisfacer cuestiones básicas, “solamente un número reducido
utilizó el orden de prelación de las necesidades del municipio para presentar
al Ministerio unos proyectos y no otros y
llevó a cabo un proceso interno de selección de proyectos en base a criterios
preestablecidos y la propuesta se acompañó de una justificación de la necesidad
pública a satisfacer”. Es más, el
37% de las entidades consultadas no incluyeron tampoco en la
propuesta del proyecto una motivación razonada que justificase la necesidad de la
inversión, “lo que supone –según el Tribunal- una debilidad del proceso de
selección, en tanto en cuanto, el momento en el que se propone la realización
de un proyecto es el más oportuno para justificar su necesidad y la unidad
proponente es quien mejor conoce las razones de la propuesta”.
El Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL) fue creado en el
marco del ‘Plan E’ para favorecer aquellas inversiones de ejecución inmediata
que contribuyesen, a su vez, a dinamizar a corto plazo la actividad económica e
influyeran directamente en la creación de empleo. En la solicitud de
financiación, los ayuntamientos debían
indicar obligatoriamente el número de personas que se preveía que serían
ocupadas con dichos proyectos
si bien, en la práctica, dichas comunicaciones fueron, casi en la mitad de los
casos, meras estimaciones que luego se quedaron lejos de la realidad o no se
cumplieron por parte de las empresas adjudicatarias.
Según las conclusiones a las que ha llegado el Tribunal de
Cuentas, las empresas adjudicatarias incumplieron el compromiso de contratación
de desempleados en el 11% de los contratos suscritos. Este incumplimiento
afectó a 14.206 desempleados
que podrían haber encontrado trabajo a raíz del ‘Plan E’. Otro 12%
de los proyectos fue adjudicado a empresas que no se comprometieron a la contratación
de ningún trabajador procedente
del desempleo, mientras que el 8% de los contratos no incluyó siquiera la
condición especial de que el nuevo personal que el contratista necesitase
emplear se encontrase en situación de desempleo
Por todo ello, el órgano concluye que los ayuntamientos no
consideraron la creación de empleo como una prioridad a la hora de elegir los
proyectos, lo que da más bazas todavía a la tesis de que muchos de ellos
aprovecharon el canal de financiación abierto por el Gobierno para ejecutar
obras ya previstas con antelación.
Así la cosas, la mayoría de los trabajadores empleados en
las obras del ‘Plan E’ formaban parte de sus respectivas empresas antes de que
se ejecutasen los proyectos financiados por el FEIL. Solo el 4% de los que fueron
contratados específicamente para dicho plan continuaban trabajando en las empresas durante el segundo
semestre de 2011.
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