Llamativa noticia en Irán (aunque sea un país que no respeta
los derechos humanos). Es sabido que en el Antiguo Egipcio, a los ladrones les
cortaban la nariz para que todo el mundo supiera que había robado, y en las
culturas musulmanas es tradición de que, por ejemplo, quien roba un melón, se
le corta la mano.
Mientras aquí en España nadie responde por el escándalo de
las Preferentes que ha arruinado a miles de ahorradores, se han esfumado docenas
de miles de millones dejando a bancos y cajas de ahorro en la bancarrota, que
ha sido necesarios unos rescates bancarios para poder dotar de liquidez al
sistema bancario, y los grandes ejecutivos responsables de todos estos
desfalcos se jubilan o los despiden con escandalosas indemnizaciones
millonarias, en Irán no se andan con bromas contra los banqueros que provocan pérdidas
al país.
El tribunal de Teherán ha emitido sentencia contra 39
acusados: cuatro de ellas de muerte, dos de cadena perpetua, y el resto de 25,
20 y 10 años de prisión, sin precisar los nombres de los banqueros condenados.
Y por si fuera poco, el fiscal general iraní dijo que los condenados tendrán
que devolver todo el dinero defraudado. Y eso sólo por el desfalco de 2600
millones de dólares ( unos 1964 millones de euros), una cantidad insignificante
al lado de todos los miles de millones desfalcados tanto por la mala gestión de
los banqueros, como por los robos derivados de la corrupción política.
Ojalá que en España se siguiera ese ejemplo. Seguro que los ladrones
y corruptos de rapiña se lo pensarían mejor antes de aprovecharse de los
dineros públicos.
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