El Rey a pedido personalmente al abogado Miquel Roca i Junyent (pronunciase “Juñent” el segundo
apellido) para que defienda a su hija. Le quita el honor del que quiso hacer
gala el abogado de Urgandarín , Pascual Vives. El que los madrileños llamaron
Miquel Roca Chu-Chén (debido a la dificultad de pronunciar el segundo
apellido), es uno de los políticos catalanes del mismo partido que los
presidentes de la Generalitat catalana Jordi Pujol y Artur Mas, que redactó esa Constitución que una amplia
mayoría de catalanes votaron “SI”, incluso por encima de la media de muchas
regiones del resto de España. Ocasión de aprovechar la oportunidad mediática
del caso para recordar, por si acaso, la poca memoria que les ha de quedar a
los catalanes si es que ahora dentro de poco han de votar un referéndum a favor
de la independencia de Catalunya ( ¿será inconstitucional hacerlo, puesto que
al parecer como todos callan, es como si otorgaran?). ¿Para este caso, y para
matar dos pájaros de un solo tiro, habrá sido acertada por parte de la Casa
Real la elección de famoso abogado ex político?, o quizás hubiera sido escoger
el mejor abogado que se supone tiene España: Antonio Garrigues, cuyo bufete
dispone de centenares de los mejores y más pagados abogados a su servicio, y
con los ordenadores que están a punto de estallarles con tanto cruce de tantas
leyes de todos los lados y todas las épocas. Ya los antiguos romanos, maestros
en el arte de la judicatura, eran expertos en encontrar montones de leyes, de
sentencias, de precedentes judiciales, e incluso de apelaciones de tipo
religioso si hacían falta, para balancear la sentencia a un lado o a otro,
teniendo en cuenta que lo peor para un ciudadano romano de aquella época era el
destierro, con lo cual al final la finalidad misma del juicio es para ganarlo,
se tenga o no se tenga razón, sea o no sea justicia. Conocían mejor que nadie
aquello de “hecha la ley, hecha la trampa”. Claro que en este caso, Su
Majestad, como buen padre, tratará de evitar cualquier modalidad de “destierro”
para su hija. Ya la conocida revista Forbes, experta en fortunas de
celebridades a nivel mundial, estima la fortuna de nuestro Don Juan Carlos en
unos 1800 millones de euros, dinero más que suficiente para pagar la defensa de
su hija para la cual como buen padre, seguro que es capaz de todo por ella para
defenderla, sea o no sea inocente, que por supuesto, tiene todo el derecho a
esa presunción, como cualquier otro ciudadano español, para quien la justicia
se supone que ha de ser “igual para todos”, o eso técnicamente se dice, aunque
en la práctica todos conocemos el inmenso poder del dinero y lo corruptible que
puede llegar a ser esa cosa que se conoce por “Justicia”, que en muchos casos
es cualquier cosa, menos “justicia”.
Y por si fuera poco, ya ayer, y con la bendición del
“Vicerrey” de España representando a su padre (que está de baja debido a sus
recientes operaciones quirúrgicas), el heredero Felipe Borbón de Asturias, se
crearon unos 231 nuevos puestos de funcionarios a mantener en la judicatura
(nueva sangría a cargo de nuestros impuestos, teniendo en cuenta los
escandalosos sueldos que cobran los jueces y lo muy poco que trabajan), cuando
millones de españoles están en angustiosas canutas por falta de empleo. Claro
que a más leyes, más jueces, más negocio de abogados, y más corrupción, aunque
la crisis no beneficia a todos con lo del negocio de las leyes por aquello de
“quien pleitea con un mendigo, al final sólo saca pulgas”, y en España los
mendigos y los parados somos cada día más. En realidad si no hubiera tantas
leyes, no habría tanta corrupción y tanta injusticia, como igualmente si no
hubieran tantos impuestos, tampoco habría tanta corrupción, tanto robo y tanta
mamandurria de la cosa pública, y tanto a Urgandarían, como a los miles de
políticos y funcionarios que en ello se han involucrado, no hubieran sentido la
irresistible tentación de robar de la cosa pública por aquello que una vez dijo
una “sabia” ministra socialista de “el dinero de todos, es el dinero de nadie”.
Naturalmente, a menos leyes, y a menos impuestos, menos corrupción, que se
suple por algo mucho más inteligente para la convivencia: el sentido común,
pues nadie es solidario de nadie y menos cuando se le esquilma a impuestos que
sirven para que otros se lucren como ha ido ocurriendo en los últimos tiempos.
Pero la inmensa mayoría de los ciudadanos siguen aborregados y todavía no
quieren aprender, para alegría de los listos de siempre, que se aprovechan del
corrupto sistema, y que de ello se lucran, aunque algunos al final terminen por
meter malamente la pata y de hay tanta noticia sobre corruptelas que ya son
como el pan nuestro de cada día en los telediarios.
MIQUEL ROCA SE HARÁ CARGO DE LA DEFENSA DE LA INFANTA CRISTINA
Miquel Roca se hará cargo
de la defensa de la infanta Cristina
El Rey ha pedido personalmente al padre de la Constitución
que defienda a su hija
La infanta Cristina, esta mañana en
Barcelona, camino de su trabajo en La Caixa. / FOTO:
ALBERT GARCÍA | VÍDEO: ATLAS
El abogado y padre de la Constitución Miquel Roca defenderá a la infanta Cristina si
finalmente no prospera el
recurso que hoy presentará la fiscalía contra su imputación, decidida el miércoles por el juez
instructor del caso Nóos, José Castro. Fue el propio Rey
el que pidió personalmente al abogado que representara a su hija, según ha
adelantado el diario La Vanguardia.
Roca codefenderá a la Infanta junto al penalista
Jesús María Silva, socio del despacho Molins-Silva que recientemente llegó a un acuerdo
de colaboración con el despacho Roca Junyent para hacerse cargo de las causas
penales de este último bufete.
La Zarzuela quería intervenir directamente en la
defensa de la Infanta y consensuar con
ella la elección de su abogado, al
contrario que ocurrió con Iñaki Urdangarin que eligió unilateralmente al letrado
Mario Pascual Vives, amigo suyo, para representarle. Pascual Vives se reunió el
mismo día de la imputación con el matrimonio en su casa de Pedralbes e incluso
llegó a manifestar que defender a la Infanta sería para él “un honor”, pero la
Casa del Rey quería un perfil radicalmente contrario y discreto para
representar a doña Cristina.
Silva, catedrático de derecho penal, trabajó
como consultor y a partir de 2009 dirigió el despacho en Madrid de la firma
Molins-Silva. Tras el acuerdo con Roca Junyent, Silva regresó a Barcelona, ya que los
dos despachos, integrados, comparten oficinas en la calle Aribau de Barcelona.
Roca fundó su despacho de abogados en 1996, tras abandonar la actividad
política.
Miquel Roca, que a finales de mes cumplirá 73
años, fue uno de los fundadores de Convergencia Democrática de Catalunya (CDC),
diputado entre 1977 y 1995, y uno de los siete redactores de la Constitución de
1978. Tras abandonar la política, fundó un despacho de abogados en el que,
según su página web, trabajan 240 profesionales y que cuenta con oficinas en
Barcelona, Madrid, Lleida, Girona, Palma de Mallorca y, fuera de España, en
Shanghai.
No habrá presiones para que la Infanta renuncie.
La Casa del Rey no ha pedido ni pedirá de momento a la Infanta que renuncie a
sus derechos dinásticos. De producirse, sería un gesto voluntario con nulos
efectos prácticos —es la séptima en la línea de sucesión—, pero de una enorme
carga simbólica. Doña Cristina lleva apartada de hecho de la agenda oficial
desde octubre de 2011 y no recibe la asignación por gastos de representación
que el Rey reparte entre los miembros de la familia real para asistir a este
tipo de actos.
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