La recesión aprieta y sigue
destruyendo tejido empresarial en España: más de 40.700 empresas han echado el
cierre desde el verano. El caso más espectacular es, sin duda, el de la
construcción. El ‘ladrillo’ tenía inscritas al comienzo de la crisis a 246.270
empresas en la Seguridad Social, y hoy son solamente 119.928, lo que significa
que la demografía empresarial en este sector se ha reducido a menos de la mitad.
No es nada extraño teniendo en cuenta que más de la mitad de los desempleados
proceden del ramo de la construcción, servidor incluido. Y ante un panorama así,
la única solución que se le ocurre a los políticos no hacer reformas para crear
empleo, sino mantener el sistema corrupto existente a base de subir, subir,
subir, subir, subir, y un largo subir inacabable de IMPUESTOS.
LA RECESIÓN APRIETA: MÁS DE 40.700 EMPRESAS HAN ECHADO EL CIERRE DESDEEL VERANO
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ESPAÑA TIENE HOY EL MISMO NÚMERO DE EMPRESAS
QUE HACE UNA DÉCADA
La recesión aprieta: más de 40.700 empresas han echado el
cierre desde el verano
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Cambio de tendencia en la demografía empresarial. Si
hasta la primera mitad de este año el número sociedades dadas de alta en los
registros de la Seguridad Social era creciente -sin duda debido a una mejora de
las expectativas-, en la segunda parte de 2012 se ha invertido la tendencia. Hasta el extremo de
que, desde el verano, 40.713 empresas han echado el cierre. O lo que es lo
mismo, han dejado de estar inscritas en la Tesorería General de la Seguridad
Social.
No se trata de empresas meramente instrumentales creadas por razones fiscales, sino
que, por el contrario, son sociedades con al
menos un trabajador. Y lo que
reflejan las estadísticas del Ministerio de Empleo es dramático. Desde el 31 de
diciembre de 2007 -al comienzo de la crisis- han desparecido nada menos que
227.599 empresas. Un cifra verdaderamente espectacular que supone el cierre de 16 de cada 100 empresas españolas en apenas cinco años.
Un auténtico tsunami que se ha cebado en todo tipo de
empresas, independientemente de su tamaño,
si bien la mayor mortandad se ha dado en el segmento de
las microempresas, las que
tienen una plantilla situada entre tres y cinco trabajadores. En este caso, la
quiebra afecta a 43.364 sociedades desde el comienzo de la crisis.
Y lo que es todavía peor, con una tendencia claramente negativa:
desde junio de este año, casi 13.000 empresas con más de tres empleados y menos
de cinco han cerrado. Otras 12.000 sociedades con 1 o 2 trabajadores han dejado
de estar operativas, y casi 7.000 han dejado de estar inscritas en la Seguridad
Social con una plantilla situada entre seis y nueve empleados.
Los cierres afectan a todo tipo de sociedades al margen de su forma jurídica.
Y lo que dicen las estadísticas del Ministerio de Empleo es que desde el mes de
junio han claudicado 2.194 sociedades anónimas, normalmente de mayor tamaño.
Igualmente han echado el cierre 13.823 sociedades limitadas, y otras 21.797 son
personas físicas.
Para hacerse una idea del momento que atraviesa la economía
española hay que tener en cuenta una cifra enormemente representativa, y que
refleja la naturaleza de los problemas de aquella. Hoy hay en España el mismo
número de empresas inscritas en la Seguridad Social que las que había hace una
década. En concreto, y hasta el pasado mes de noviembre, 1,17 millones de
sociedades (con al menos un trabajador) están inscritas en el sistema público
de protección social.
El increíble caso de la construcción
El retroceso en el número de empresas afecta a todo tipo de
sectores, pero continúa siendo especialmente intenso en la construcción, lo que sugiere
que el ajuste no ha concluido. Desde el verano, la industria –normalmente de mayor tamaño- ha
cerrado 3.367 empresas; la construcción, nada menos que 10.535, y el sector servicios,26.323. El resto
corresponde a la agricultura.
El caso más espectacular es, sin duda, el de la construcción. El
‘ladrillo’ tenía inscritas al comienzo de la crisis a 246.270 empresas en la
Seguridad Social, y hoy son solamente 119.928, lo que significa que la
demografía empresarial en este sector se ha reducido a menos de la mitad. La agricultura es, por el contrario, la única
actividad económica que ha visto aumentar el número de empresas.
La legislación actual obliga a los empresarios, “como requisito
previo e indispensable al inicio de sus actividades”, a solicitar su
inscripción en el Sistema de la Seguridad Social a nombre del titular de la
empresa. Esto hace que se trate de una estadística extremadamente
representativa sobre la coyuntura económica, mucho más fiable que la
constitución de sociedades ante notario o a través de otros registros, toda vez
que en muchas ocasiones se trata de meros vehículos legales para canalizar
inversiones o pagar menos impuestos a Hacienda.
Este deterioro empresarial, de hecho, coincide con el
agravamiento de la recesión. Yayer los expertos que forman parte del
panel de Funcas estimaban que en el cuarto trimestre de este año -respecto del
trimestre precedente- la economía se contraerá ocho décimas, lo que significa
que el ritmo de caída del PIB (anualizando esa tasa) es del -3,2%.
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