“Las nuevas tendencias de la empleabilidad están basadas en el atractivo físico, mucho más que en las tradicionales diferenciaciones regionales, la educación y la experiencia laboral”. Así de tajantes se muestran los investigadores italianos Giovanni BusettaFabio Fiorillo y Emanuela Visalli, profesores de la Universidad de Messina, en las conclusiones de su estudio sobre la importancia del atractivo físico en los procesos de selección de las empresas italianas.
La investigación, publicada esta semana, no es la primera que llega a conclusiones similares, pero es de suponer que sus resultados se ajustan más a la situación laboral de España que la de estudios anteriores, realizados principalmente en Estados Unidos y Reino Unido.
Los investigadores enviaron 11.008 currículos falsos en respuesta a más de 1.500 ofertas de trabajo reales. De cada CV se hicieron ocho copias, con los mismos datos sobre educación, experiencia laboral, idiomas y conocimientos informáticos. Lo único que cambiaba eran la foto, el nombre y la nacionalidad: cuatro de ellos iban acompañados de la imagen de hombres y mujeres, italianos, atractivos y poco atractivos; los otros cuatro iban sin foto, dos de ellos (hombre y mujer) tenían nombre y nacionalidad italiana y los otros dos, también de ambos sexos, nombre y nacionalidad extranjera.
Antes de enviar los currículum, un grupo de estudiantes de la Universidad de Messina certificaron que las fotos –rostros de internet modificados con Photoshop– entraban a su juicio en su calificación correspondiente de “atractivo” o “no atractivo”.
Si eres fea lo más probable es que no te llamen
Tras enviar los CV los investigadores analizaron el tipo de ofertas que habían recibido más llamadas o correos electrónicos de cara a concertar una entrevista. De media, el porcentaje de respuesta de todos los currículum fue del 30%. Para las mujeres atractivas la cifra se elevó al 54% y para los hombres atractivos al 47%. Las peor paradas fueron las mujeres no atractivas: sólo el 7% obtuvieron respuesta, frente al 26% de los hombres poco agraciados.
Parece que buscar un trabajo es como participar en un concurso de bellezaLos investigadores quedaron sorprendidos al observar que la discriminación por aspecto era mucho mayor que la relativa a la nacionalidad. Las mujeres extranjeras, cuyo CV no incluía foto, recibieron un 12% de contestaciones, una cifra mucho mayor a la que obtuvieron las italianas poco atractivas.
“Para resumir nuestros resultados”, explican los investigadores en el estudio, “podemos decir que si quieres un trabajo en Italia y no eres italiano te será difícil encontrarlo, pero en cualquier caso, es mejor ser extranjero que ser una mujer italiana fea. Parece que buscar un trabajo es como participar en un concurso de belleza: para las mujeres poco atractivas es mejor invertir en cirugía estética que invertir en educación”.
El inmenso poder de la belleza
La influencia del atractivo físico es determinante no sólo a la hora de encontrar trabajo sino en todo lo que respecta a las relaciones sociales. Casi todo es más sencillo siendo guapo. No en vano, la belleza ha sido desde la Antigüedad garantía de éxito. Aristóteles dijo en su día que “la belleza personal es mejor recomendación que cualquier carta de referencia”. Más de 2.300 años después parece que nada ha cambiado al respecto.
Las personas atractivas, tanto hombres como mujeres, ganan de media entre el 3 y 4% más que las personas poco agraciadasEn su libro Beauty Pays: Why Attractive People Are More Successful (University Press Group, 2011) el economista estadounidense Daniel Hamermesh realiza una revisión divulgativa de los estudios científicos que se han realizado hasta la fecha sobre el estrecho vínculo entre belleza y éxito. En el libro asegura que las personas atractivas, tanto hombres como mujeres, ganan de media entre el 3 y 4% más que las personas poco agraciadas. La gente guapa encuentra trabajo antes, asciende más rápido y alcanzan un mayor rango en sus compañías –basta repasar la lista de las empresas más grandes de Forbes, buscar cuantos de sus CEO son feos, y echar cuentas–.
La relación entre éxito y belleza funciona en un círculo vicioso. No sólo se contrata más a la gente atractiva por el mero hecho de ser atractiva, la realidad es que la gente guapa tiene más éxito en los negocios por lo mismo que tienen más facilidad para encontrar trabajo: todos preferimos estar rodeados de guapos, ya sea como compañeros de trabajos, como clientes o como vendedores. Y esto, que no deja de ser una obviedad, tiene según el psicólogo Dario Maestripieri, profesor de neurobiología de la Universidad de Chicago, una explicación biológica: nos gusta rodearnos de gente guapa porque tienen un mayor potencial como compañeros sexuales.
No es mezquindad, es instinto
Maestripieri, que expuso su teoría al respecto en un interesante artículo enPsychology Today, cree que “las personas atractivas son más apetecibles como potenciales compañeros sexuales y la gente las prefiere para tenerlas al lado y hablar, pero también para comprarles seguros o contratarles como empleados, pues esto incrementa las posibilidades de acabar teniendo sexo con ellas”. En su opinión, y en consonancia con los resultados del estudio italiano, estas inclinaciones sexuales son mayores entre los hombres, pues “la mente masculina está diseñada de tal manera en cuanto al sexo que los hombres heterosexuales hacen lo que sea para incrementar las posibilidades de aparearse con una mujer atractiva, sin importar lo pequeñas que sean esas posibilidades”.
El psicólogo cree que esta inclinación sexual es la responsable del éxito de las personas guapas y el fracaso de las feas, teniendo en cuenta, además, quese expresa de forma inconsciente, “en forma de prejuicios sutiles en nuestras preferencias, la toma de decisiones, u otros comportamientos”. No importa que un empleador esté felizmente enamorado o casado, de forma casi inconsciente, ante un perfil similar, elegirá el rostro más atractivo. Y no es por mezquindad, es por instinto.